Los productos agroquímicos son, sin duda, uno de los grandes aliados de la agricultura de nuestro siglo. Fertilizantes, bioestimulantes, agronutrientes pero también pesticidas e insecticidas, formulaciones agresivas envasadas en envases de plástico, ayudan al control de los cultivos, favoreciendo así la mejora de las cosechas en cuanto a su calidad y rendimiento por hectárea.
Sin embargo, los residuos que generan todos estos productos se han convertido en uno de los grandes problemas de los agricultores y del sector de los envases fitosanitarios.
Reciclado del envase fitosanitario
El principal problema de un envase fitosanitario, es que, al haber estado en contacto directo con productos químicos tóxicos, se convierte en un residuo tan peligroso como las sustancias que alberga, siendo responsabilidad de los usuarios últimos la gestión de forma correcta para evitar que acabe contaminando el medio ambiente.
Por este motivo, se recomienda al agricultor enjuagar varias veces el envase fitosanitario, consiguiendo así un mayor aprovechamiento del producto y una mejor limpieza de residuo interno, ya que los restos que quedan en su interior son también altamente contaminantes.
No obstante, aunque se tomen estas medidas por parte del usuario final, surge la necesidad de ir más allá, apoyando al agricultor con la recogida de estos envases de plástico para su reciclaje. Se crean así organismos y asociaciones que facilitan esta gestión con el objetivo de disminuir el impacto del envase de plástico en el medio ambiente.,
Dos ejemplos de sistemas de recogida de envases fitosanitarios para su gestión posterior.
En España, la Ley de residuos y suelos contaminado, actualmente en fase de actualización para transponer las nuevas Directivas Comunitarias publicadas sobre residuos y la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, dedica un apartado a la “Responsabilidad ampliada del productor del producto” y establece un marco legal para que los productores de cualquier producto que con su uso se convierte en residuo y aplicando el principio de “quien contamina paga”, queden involucrados en la prevención y en la organización de la gestión de los mismos.
Los sistemas inicialmente creados para cada flujo de residuos conocidos como SIG (Sistemas Integrados de Gestión), evolucionan a los actuales sistemas colectivos de responsabilidad ampliada, sociedades de carácter privado creadas y organizadas conjuntamente por los diferentes sujetos implicados en cualquiera de las fases del ciclo de vida de un residuo, desde la generación del producto que, posteriormente se convertirá en residuo tras su uso, hasta su tratamiento.
Sigfito Agroenvases se define en su web como “una sociedad sin ánimo de lucro creada con el objeto de organizar un sistema de recogida de envases agrarios para darles un tratamiento medioambiental correcto”
Por su parte, AEVAE, la Asociación Española para la Valorización de Envases ha conseguido crear un “Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para fabricantes, envasadores y distribuidores de productos de uso agrícola profesional, que garantiza la recogida y la trazabilidad para la correcta valorización de los residuos de envases agrarios.”
Ambas organizaciones aglutinan tanto a fabricantes de productos agroquímicos como a agricultores, teniendo siempre en cuenta que “El fin de todas estas medidas y estrategias tienen como uno de sus principales objetivos, lograr que todos los envases de plástico que se comercializan en el mercado de la UE sean antes del 2030 reutilizables o reciclables.”
Para que esos envases fitosanitarios puedan reciclarse, los agricultores, últimos usuarios de ese envase de plástico solo tienen que acudir a un punto de recogida donde habrá contenedores específicos para estos envases. Así, podrán desecharlos correctamente de forma totalmente gratuita y la empresa gestora se encargará de su recogida y posterior gestión.
INNOVACIÓN PARA EL ENVASE FITOSANITARIO
Los envases fitosanitarios pueden plantear problemas resultantes de las reacciones químicas al entrar en contacto con los productos envasados, deformación por la altitud o la presión, etc. Para evitar estas incidencias, una buena opción ha sido la utilización de envases multicapa con capa barrera. Pero, en la sociedad actual, estos envases plantean un problema diferente: la dificultad para ser reciclados. Esto se debe a que las capas que forman los envases barrera están compuestas por varios materiales diferentes difíciles de separar, lo que impide su reciclaje mecánico, estando abocados al reciclaje químico.
Por eso, el sector de los envases fitosanitarios se ha visto obligado a evolucionar e innovar en las técnicas de envasado hasta conseguir una gran alternativa, los envases barrera fabricados mediante la tecnología de fluoración por plasma.
Esta tecnología proporciona propiedades barrera a un envase acelerando el proceso de recubrimiento de la superficie. Pero la gran ventaja que supone es que, con esta nueva tecnología, el envase barrera es 100% reciclable. Además, su fabricación es respetuosa con el medio ambiente durante todo el proceso.
En Alcion, utilizamos la tecnología de fluoración por plasma para poder proporcionar a nuestros clientes envases seguros y de calidad de una forma sostenible, manteniendo siempre la coherencia con los valores de nuestra empresa.
Estos envases están completamente homologados para la industria y, facilitando su propio reciclaje, favorecen la economía circular y fomentan un consumo responsable.
La industria de los envases fitosanitarios ha ido evolucionando durante los últimos años para adaptarse, no solo a las nuevas normativas, sino también a las necesidades del mundo actual, convirtiéndose en uno de los sectores más comprometidos con el medio ambiente.